TRAIL DONOSTI-HONDARRIBIA 2015

Guipuzcoa es la provincia donde más carreras he corrido tras Madrid, siempre he pensado que San Sebastián es la ciudad más bonita de España, y que la costa guipuzcoana es una maravilla. Faltaba en mi haber probar esta carrera, ya hace dos o tres años que quería hacerla y no podía por unas u otras causas. Este año decidí hacerla sí o sí. Cual fue mi desagradable sorpresa cuando la organización anunció que vista la demanda de la carrera este año las inscripciones se harían por sorteo.

No quedaba otra que ponerse en manos de la fortuna, que no del CD FORTUNA, club organizador de la carrera, además de la Behobia-San Sebastián y muchas otras pruebas de otros tipos. Llegado el momento del sorteo no quedé entre los 400 elegidos, y me encuadraron con el nº 56 de la lista de espera. Desilusión, aunque tampoco se podía hacer nada, me parecían además demasiados puestos en espera para que por abandonos y demás pudiera llegarme el turno. Pero sucedió, y tres días después del comienzo de la inscripción para los agraciados me llegó un mail de la organización para inscribirme si así lo quería, no tardé ni 2 minutos en hacerlo.

Una de las cosas más difíciles ya estaba hecha, el alojamiento lo había reservado mucho antes de conocerse el tema del sorteo, en Hondarribia y pegado a meta. Sólo quedaba ir y correr, una carrera de 31 km. y 2600 m. de desnivel acumulado, bastante asequible. Por delante ya llevaba entre otros el maratón de montaña de Cuenca, una excelente preparación. Me esperaba no obstante una carrera del tipo del Flyschtrail de Zumaia, con muchas subidas y bajadas continuas.

Llegadas las fechas se presentaba el primer problema, al menos para mí, tras las lluvias caídas habría barro, y a mí no me gusta el barro, no me desenvuelvo bien en él. Era el momento de estrenar en carrera las zapas que en su día me aconsejó Kike de Diego para estos casos, unas INOV-8 ROCLITE 315, y lo primero es darle las gracias desde aquí por tan buen consejo, porque me fueron muy bien. 

El viernes viajé a la zona, lo primero que hice ese día fue ir a San Sebastián, al polideportivo Zuhaizti del CD Fortuna, para recoger el dorsal. Y de ahí a Hondarribia.

El sábado me fui por la mañana en autobús a San Sebastián, a dar un buen paseo por la playa de la Concha y después comer por el casco viejo unos buenos aperitivos, regaditos con unos buenos txacolis. El día estaba nublado y con chirimiri a ratos, pero sin aire. Yo firmaba ese tiempo para el domingo. 

EN LA PLAYA DE LA CONCHA

EL "PEINE DE LOS VIENTOS" EN SAN SEBASTIÁN

UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA ANTES DE CARRERA

Después de comer vuelta a Hondarribia, otro paseo por el casco viejo de este pueblo tan bonito, unos pintxos por la zona de San Pedro y no muy tarde a la cama ya que tocaba madrugar. 

POR AHÍ CRUZARÉ MAÑANA POCO ANTES DE META

Pasadas las 7:30 de la mañana me encontraba ya junto al polideportivo de Hondarribia, de donde salían los autobuses de la organización que nos llevaban a San Sebastián. Pero el día no se presentaba bien, lluvia y aire fuerte a esas horas. 

A PUNTO DE COGER EL AUTOBÚS DE LA ORGANIZACIÓN

A poco más de las 8 ya estaba en San Sebastián, en la zona de la Plaza de Cataluña, punto de salida de la carrera, cerca de la playa de Zurriola y del Kursaal. Tras tomar el pertinente café ya me encontré con José Luis y pude saludar a Aitor y Peio. Allí no llovía ni hacía aire, si se mantenía así estaría genial. A la vista el monte Ulia pegado a la ciudad, el primero que habrá que subir.

CON JOSÉ LUIS POCO ANTES DE LA SALIDA

LISTOS PARA LA JUERGA

Dejamos la mochila y a las 9:30 se da la salida, unos 500 corredores. Dado el número de avituallamientos y la temperatura no llevo camelbak, pero suponiendo la presencia de aire arriba me llevo el cortavientos y la gorra. Bien podía haber prescindido de ellos.

Salida, y a poco más de 300 m. ya comenzamos a subir por las calles, y poco después ya por el monte Ulia con una fuerte pendiente, desde luego se entra en calor muy rápido. Después ya se sigue subiendo más pausadamente, con tramos estrechos donde se va despacio uno tras otro, y comienzan a llegar las preciosas vistas sobre el mar.

Una vez se corona la parte alta del monte Ulia ya se va medio cresteando, ligeras subidas y bajadas, son tramos de no excesivo barro, yo voy con precaución por él pese a que las zapas traccionan bien, aún así hay algún tramo de subida que se desliza uno.

Pasado el km. 6 comienza el descenso a Pasaia, en su mayoría por escalones irregulares con mucha pendiente, con una buena vista de la amplia ría (del río Oiartzun). Hay que ir con cuidado porque un tropezón en los escalones supondría un buen tortazo, pero es una delicia. Tras llegar a nivel de la ría se avanza en paralelo a ella para llegar a Pasaia, punto de control y 2º avituallamiento, km. 7.

Allí se produce algo diferente a cualquier carrera, hay que cruzar la ría en barco, de hecho para visitar Pasaia (muy bonito) hay que cruzar en barco o pegar una vuelta de cuidado. Según se llega se pasa un control de tiempo y según se baja del barco a la otra orilla se pasa otro control, ese tiempo se descuenta del total. La organización es impecable, con dos o tres barcos que van y vienen continuamente. El tiempo empleado entre esperar, subir, cruzar y bajar es de unos 7' en mi caso. 

CRUCE EN BARCO A PASAIA

EN EL BARCO, ALGO SE REPOSA

Salida del barco y a todo trapo por el otro lado de la ría en paralelo a ella, cerca de 1 km. antes de comenzar a subir de nuevo, al monte de Jaizkibel. La subida vuelve a ser muy fuerte al principio, y deja muy buenas vistas sobre la ría. Después llega un tramo muy irregular, peligroso, estrecho y sinuoso, con una caída lateral que..... 

VISTAS DE LA RÍA SUBIENDO

SUBIENDO JAIZKIBEL Y PROCURANDO NO MIRAR A LA DERECHA

Llega un momento que se empieza a ir por senderos subiendo poco a poco, también por medio de zonas con más hierba, y aparece mucho más el barro, se va eligiendo zonas con vegetación a veces para sortearlo mejor, y las pequeñas subidas se complican un poco. 

Sobre el km. 15,3 se llega a la parte más alta de la carrera, 438 m. y 4º avituallamiento. Por el camino muchos pasos tipo escalera para evitar el acceso de ganado. A partir de ahí se va bajando poco a poco, tramos con pista y senderos para volver sobre el km. 22 casi a nivel del mar, del cual nos habíamos alejado un poco.

Entre los km. 22 y 25 llegan tramos muy agradables, senderos con ligeras subidas y bajadas muy cerca del mar, me voy notando cansado pero es muy agradable, la carrera es muy bonita. 

Km. 25, toca otra buena subida a Guadalupe, con barro, ya pesa mucho y las fuerzas me escasean un poco, son unos 2 kms, duros al principio, y más suaves un poco más tarde, para coronar sobre el km. 27 en el 7º avituallamiento, al que llego ya un poco escaso. 

ZONA TRAS SUBIDA GUADALUPE (KM. 27)

A partir de ahí toca bajar, y lo peor es un buen tramo de bajada con unos barrizales tremendos imposibles de sortear, de los que metes la patas bien metidas y hay que ir con cuidado, aunque no falta algún cabra que pasa como un loco.

Pasado el km. 29 se entra en Hondarribia, se callejea y se cruza al casco antiguo por un puente peatonal, se llega a la preciosa y coloreada plaza donde está el Parador y se baja para salir por uno de los arcos y llegar a meta junto a la muralla. Según avanzaba la carrera pensaba que rondaría las 3 horas y media, al final perdí tiempo por la dureza del último tramo y el cansancio y llegué tras 3h54' que descontando el tiempo del barco quedaron en un tiempo oficial neto de 3h45'.

EN EL CASCO VIEJO DE HONDARRIBIA

A 100 m. DE META

Estupenda organización, como no puede ser de otra manera con este club, buena señalización, entorno espectacular, buenos avituallamientos, y el de meta extraordinario, además de la camiseta técnica, frutos secos, fresas y otra fruta, bocatas de atún, tarros de arroz con leche y de puré de verduras, agua, powerade, cerveza y cerveza con limón, y todo ello en buena cantidad.

Sin duda para repetir, y a ser posible sin tanto barro, aunque eso ya no depende de la organización. Menos mal que tras la carrera unos pintxos por el centro te hacen olvidar las fatigas.