sábado, 12 de mayo de 2012

MEDIA MARATÓN XTREME HIGA MONREAL 2012

Pocas veces se puede asistir a una carrera tan espectacular como esta en la que estuvimos Santi, Pepe, Celso, Mónica y yo el domingo día 6, en todos los aspectos, una organización fantástica, un recorrido precioso perfectamente señalizado, unos voluntarios que animaban y ayudaban, había además muchos, muy buenos avituallamientos, y si además tienes un tiempo que ayuda y te ponen un buen almuerzo y un buen sorteo, PERFECTO. Puedo definirla como la carrera que más me ha gustado junto al Flyschtrail, y son ya dos fijas en mi calendario. Ya la carrera de la Higa se me escapó el año pasado en su formato anterior, estando inscrito y no pudiendo asistir.
El finde comenzó el sábado viajando con Santi y su familia y alojándonos en la casa rural de mi amigo Fernan. Después por la noche cenamos en la sidrería del pueblo junto a Pepe y su mujer.

El domingo nos desplazamos con Pepe hasta Monreal, ya entrando en Pamplona se distingue la silueta de la Higa. La carrera tiene un perfil bastante bueno para correr hasta el km. 15, salvo algunas cuestas un poco más fuertes antes del km. 7.

Así salimos a las 9:30, una pequeña vuelta antes de volver a pasar por el pueblo y dirigirnos a la sierra, unos primeros kms con algunas cuestas y aún no excesivo barro, Celso y Pepe salieron delante, y a los dos kms Santi y Mónica se me quedaron detrás.
Tras el avituallamiento del km. 7 llegaba el primer escollo, una fuerte cuesta por un barrizal en un camino de apenas medio metro de anchura, había que clavar la pisada para no resbalar hacia atrás, al intentar sacar el pie había que hacerlo con cuidado porque se te quedaba la zapatilla dentro, y además no te podías agarrar a los lados porque lo que había eran zarzas, mucho tiempo perdido en esos poco más de 100 m.
Pero a partir de ahí llegaba la zona más espectacular en lo referente a paisajes, un largo tramo por un senderito rodeado de arbustos, zigzagueando continuamente, seguido a continuación por un maravilloso hayedo de esos donde no entra la luz, corriendo sobre hojas, donde además estuve mucho rato sólo, oyendo el ruido de mis pisadas al correr y los pájaros. Estaba en la gloria, porque además había muchos trozos sin apenas barro. Poco después me junté con un corredor y llegamos al avituallamiento del km. 11, completo, frutas, agua, isotónico, geles, ánimos. Salimos junto a los molinos eólicos para adentrarnos en otra zona bonita pero bastante embarrada, incluyendo en paso de un auténtico río de barro donde estaban los voluntarios para avisar, alguna otra poza de barro líquido había en el tramo, donde también perdí tiempo para ir con cuidado y no resbalar.






Pasado el km. 15 se llegaba a un nuevo avituallamiento, al pie de la Higa desde la cara opuesta al pueblo, con su cima con la antena demasiado cerca y demasiado alta. Kilómetro y medio para subir hasta arriba, todo el rato caminando, con tramos en los que te ayudabas con las manos y el famoso tramo en el que subías con las cadenas que están puestas en las rocas, donde además tenías que tener cuidado, por si caía alguna piedra, y de no desprender tú ninguna por los de atrás. No obstante, las vistas subiendo eran impresionantes, si en algún momento te sufrimiento te preguntas que se te ha perdido a ti allí, cuando tienes esas vistas y esa paz tienes la contestación. Subiendo por la zona de las cadenas o las zonas muy empinadas, estaban los voluntarios, para ayudar y para animar incluso a gritos, no me cansé de darles las gracias.
En el km. 17 se llegaba a la cima junto a la antena, avituallamiento, alegría y música cañera, merecía la pena detenerse allí 5’ a repostar, descansar y disfrutar del paisaje. Un pasote.
Quedaban 4 km., y lo peor para mí, bajar. También perdí bastante tiempo y me pasaron unos cuantos, la bajada era un poco técnica al principio y resbalé un par de veces aunque sin consecuencias, después ya había bastantes trozos en los que se bajaba bien. Poco a poco, o a bastante poco, llegué a meta, ya muy cansado y con las piernas y la cintura bastante tocadas, los tramos de barro tuvieron mucha culpa. Tiempo final 3h09’, aún así pude entrar con una sonrisa a meta saludando a Pepe, Celso, Elena y Jorge.

Después, una ducha en el polideportivo, a esas alturas ya con agua fría, o helada, aunque después se agradecía. Sorteo de regalos (me tocó una prueba de esfuerzo en una clínica pamplonesa) y almuerzo variado, antes de tomar unas cervezas y volver a Madrid.

Mi enhorabuena a la organización, y a mis compañeros. El año que viene volveremos.

7 comentarios:

  1. ¡¡Enhorabuena, Juanlu!! Cuanto más leo sobre esta carrera, más me gusta, vuestras sensaciones son increíbles.
    Preciosa crónica, parece que está uno allí...
    Me la apunto, algún día la haré, sí o sí.
    Un besote, campeón.

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  2. ¡¡Enhorabuena, Juanlu!! Cuanto más leo sobre esta carrera, más me gusta, vuestras sensaciones son increíbles.
    Preciosa crónica, parece que está uno allí...
    Me la apunto, algún día la haré, sí o sí.
    Un besote, campeón.

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  3. Almuuu, muchas gracias, bueno, dobles gracias, el día que la hagas yo estaré ahí contigo, porque no dudaré en repetirla. Muchos besos.

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  4. Yo también quiero... hacer la carrera, no los besos de Juanlu. Enhorabuena por un nuevo reto y por tu labor de "catador" de carreras que luego nos recomiendas. A ver de esa de Teruel qué referencias nos das. Nos vemos el domingo.

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    Respuestas
    1. Sin problema Carlos, yo seguiré catando carreras y luego repito contigo si son bonitas. Salu2

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  5. Es lo bueno de la montaña, que bien lo has definido Juanlu, el paisaje siempre te da las respuestas a esas preguntas de que hago yo aqui. la carrera parece dura de narices, el barro a mi me da pánico en las bajadas, me gusta bajar rápido pero con barro es que me entra un acohone.....
    ahora a recuperar que has debido de tener desgaste muscular ni te cuento.
    un abrazo compi

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    Respuestas
    1. Gracias Javi, esta debes probarla alguna vez, mejor sin barro y así es mas asequible. Lo de recuperar.... ya sabes que los follones es difícil evitarlos.
      Salu2

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