TRASIERRA TRAIL Y UNOS KMS DE NOGUERUELAS

Parece dura, y lo es, pero no tanto como el perfil pudiera parecer, la escala vertical no se corresponde con la horizontal y parece algo terrible, no obstante eran 25 km. con 2300 m. desnivel acumulado, y no precisamente un paseo.

Llegaba con muchísimas dudas, la "carrera del Alto Sil" dejó mis piernas muy tocadas y las agujetas me duraron prácticamente hasta el sábado, así que el plan era ir a ver que pasaba.

Viaje con Mapi y Shin, mañana fresca, un cafetito en el bar que recordaba de hace un par de años, la 1ª edición que corrí, recogida del dorsal y saludos a todos los conocidos, un montón.

CON CLAUDIO, AQUÍ DE FOTÓGRAFO

JUNTO A MAPI Y JOSÉ LUIS

CON VICENTE, MAPI y SHIN

A las 10 comenzaba la carrera, yo salía desde las últimas posiciones, saludo a mi pomponera Mapi y directamente para arriba. 

Los dos primeros kms me hicieron plantear la posibilidad de dejarlo, ya que aún no llevaba ritmo y notaba las piernas cansadas. Pero cuando en una subida donde había retención cogí a Miguel y Francisco decidí continuar y hacer la carrera con ellos en plan tranquilo. 

Todo un acierto, continuamos los tres juntos tranquilamente y sacándonos fotos, a Francisco se le veía un poco más pillao pero iba bien, un poco por delante oíamos regularmente los gritos de Vicente Zarate. 

CON FRANCISCO y MIGUEL

Más adelante llegábamos al pantano de San Juan, recuerdo que hace dos años (era en mayo) pasábamos fugazmente a su lado, este año debía estar muy alto ya que anduvimos junto a él un buen trecho. 

Finalmente a falta de un par de kms Miguel se retrasó por problemas y yo continué junto a Francisco para terminar en 3h43', contento y objetivo logrado porque además disfruté un montón, la carrera es muy bonita y está bien organizada. 

Tras la carrera la organización ofrecía comida a base de pasta, para degustar en el césped al solecito con el castillo de la Coracera al fondo. Y de postre un riquísimo bizcocho que llevaron Rafael y Marian. 

CON RAFA y BURU

CON MAPI, LA SUPERPOMPONERA

Una semana después tocaba el ultra de Nogueruelas, 1ª edición y muy buena pinta. 69 km. y desnivel acumulado de 6400 m., tenía bastante claro que no había llegado preparado para esa distancia, y el perfil no parecía nada sencillo, pero decidí ir y hacer lo que pudiese, un entrenamiento de calidad, y eso salió al final. 

Buena organización, ponía un local para dormir a disposición de los corredores, con somieres y colchones, calefactado hasta las 11 de la noche, y con varias bases de enchufe para los móviles. La carrera estaba bien señalizada y había muchos voluntarios. 

De la zona levantina venían Javier Muñoz y Eduardo, dos figuras acostumbradas a estas "fiestas".

CON JAVIER MUÑOZ

La carrera comenzó a las 6 de la mañana, con frontales por supuesto, salida espectacular por las calles del pueblo con voluntarios cada 15 o 20 m. con antorchas encendidas.

Tras subir un par de kms llegaba uno de los pocos tramos (hasta donde yo estuve) donde se podía trotar a gusto un buen rato, sobre las 6:45 los frontales ya no hacían falta y se podía apreciar la sierra de Gúdar por la que discurría la prueba. Avituallamientos buenos, algunos de ellos con bocatas de jamón y tomate para untar, café, dulces, aparte de los habituales frutos secos, naranja, plátanos, agua e isotónico.

A partir del km. 12 o así apareció la niebla y el aire, y ya no nos abandonaron, el aire daba más o menos según la zona, la sensación térmica era muy baja, yo llevaba dos bragas (cuello y cabeza), guantes, camiseta manga larga, cortavientos y un tipo tres capas de esos, y no me sobró nada en ningún momento.

La sensación fría, el cansancio y la falta de vista de paisajes me fueron rayando poco a poco, durante una hora fui solo sin ver nadie delante o detrás, salvo a los voluntarios.

Llegado al avituallamiento del km. 27 abandoné cuando llevaba unas 4h45', no me merecía la pena seguir en esas condiciones de climatología y sin ver nada.

La carrera es dura, no ofrece apenas treguas, y discurre por pistas y senderos, pero también mucho rato por medio del monte y por bosques, con ramas y piedras que no hacen cómodo correr. En la parte alta había también nieve, era una parte muy bonita.

Queda pendiente para otro año, con más preparación y más cabeza.